“Glorifica a Dios con tu agenda diaria”

En nuestra ajetreada vida cotidiana, no es raro sentirnos abrumadas por la cantidad de tareas que se acumulan en nuestra lista de pendientes. A veces, esta presión puede incluso llevarnos a perder la paciencia con aquellos que nos rodean. ¿Te has encontrado alguna vez en esta situación? ¿Cómo manejas la acumulación de responsabilidades?

En momentos como estos, recordemos que podemos encontrar la fuerza de Dios en medio de la multitud de tareas diarias. Como lo enseña Filipenses 4:6-7, al entregarle nuestras peticiones a Dios en oración y buscar su guía, experimentamos la paz de Dios que cuida nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús.

1. Primero lo Primero: Comienza el Día con Dios

Antes de abordar nuestras listas de tareas, es crucial comenzar el día en oración y meditación en la Palabra de Dios. Este tiempo nos nutre y fortalece nuestro espíritu, preparándonos para enfrentar el día sin sentirnos abrumadas. ¿Cómo es tu rutina matutina con Dios? ¿Encuentras tiempo para entregarle tu día y pedir su guía y fortaleza?

Filipenses 4:6-7 nos recuerda: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. 

2. Ordena las Prioridades: Enfócate en lo que Realmente Importa

Jesús nos enseñó a amar a Dios y a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:37-39). Este mandamiento debe guiar nuestras prioridades diarias. ¿Cómo reflejan tus actividades diarias tu amor por Dios y por los demás? ¿Buscas la gloria de Dios en cada tarea que realizas?

Evita caer en la trampa de priorizar actividades menos importantes. Pide sabiduría a Dios para identificar y enfocarte en las tareas más urgentes y significativas. Proverbios 16:3 nos aconseja: “Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados”.

3. Planifica Anticipadamente: Sé Diligente y Piadosa

Organiza tus tareas con antelación y encomienda tus planes a Dios. La mujer virtuosa de Proverbios 31 es un ejemplo de diligencia y planificación. ¿Cómo te organizas para cumplir con tus responsabilidades? ¿Qué puedes aprender de la mujer de Proverbios 31 para aplicar en tu vida diaria?

4. Hazlo Paso a Paso: Permanece Constante y Confiada

Enfócate en realizar tus tareas de acuerdo a tu capacidad y habilidades, sin agobiarte por la lista completa. 1 Corintios 15:58 nos anima: “Por lo tanto, queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, siempre abundantes en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano”. ¿Cómo mantienes la constancia en tu trabajo diario? ¿Cómo encuentras fuerzas en Dios para seguir adelante?

5. Confianza en Dios: Encuentra tu Fortaleza en Él

Confía en que Dios te dará la fortaleza y la sabiduría necesarias para enfrentar tus responsabilidades (Filipenses 4:13). Busca su dirección en oración y actúa con sabiduría. ¿Cómo cultivas tu confianza en Dios? 

Conclusión: Glorifica a Dios en Todo lo que Haces

Recuerda que el propósito de cada día no es simplemente tachar elementos de una lista, sino glorificar a Dios en todo lo que haces. ¿Cómo buscas glorificar a Dios en tus actividades diarias? ¿Encuentras gozo y satisfacción en servirle a través de tus tareas cotidianas?

No te desanimes por la cantidad de tareas pendientes. Enfócate en Dios y busca su guía ¡Vive cada día para la gloria de Dios!