La palabra de Dios nos deja ejemplos de mujeres que dejaron huellas hermosas a través de las cuales somos inspiradas por la gracia de Dios en nuestro caminar de fe. Hoy meditaremos en la historia de ACSA, una mujer que aparece en un pasaje corto, tal vez no muy mencionada ni conocida, pero sin duda nos deja grandes enseñanzas para nuestra vida. Su historia se encuentra en Josué 15:16-19.
“Y dijo Caleb: Al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré a mi hija Acsa por mujer. Y la tomó Otoniel, hijo de Cenaz hermano de Caleb; y él le dio a su hija Acsa por mujer. Y aconteció que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiese a su padre tierras para labrar. Ella entonces se bajó del asno. Y Caleb le dijo: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de aguas. Él entonces le dio las fuentes de arriba, y las de abajo.”
Josué 15:16-19 RVR1960
Este pasaje se encuentra dentro del relato de la distribución de la tierra prometida a las tribus de Israel después de su salida de Egipto. Después de la muerte de Moisés, Josué lideró al pueblo de Israel en la conquista de Canaán bajo la guía y dirección de Dios.
En este pasaje, Caleb, uno de los líderes de la tribu de Judá, ofrece una recompensa especial a quien conquiste una ciudad llamada Quiriat-sefer. Caleb promete dar a su hija Acsa en matrimonio al que logre tomar la ciudad, una manera común en esos tiempos para dar una hija en matrimonio. Caleb quería un hombre valiente y aguerrido para su hija y así fue. Un hombre llamado Otoniel, hijo de Cenaz y hermano de Caleb, acepta el desafío y logra conquistar Quiriat-sefer. Otoniel se casa con Acsa, cumpliendo así la promesa de Caleb. Un dato adicional a esta historia se encuentra en Jueces 3:7-11. Se dice que Otoniel llegó a ser Juez y escuchó la voz de Dios por 40 años. Se dice que la tierra reposó hasta que él murió.
Posteriormente, se nos presenta una escena matrimonial, como solemos tener las mujeres casadas frecuentemente, el esposo persuade a Acsa para que solicite a su padre una porción adicional de tierra para labrar, como regalo de matrimonio. Cuando Acsa mostrando obediencia y sumisión a su esposo, se presenta ante su padre Caleb, él le pregunta qué es lo que desea. Acsa, bajándose de su asno, con humildad y respeto, le pide una bendición adicional, solicitando también fuentes de agua para la tierra que ya le habían sido dadas. Caleb accede a su petición y le otorga las fuentes de agua tanto de la parte superior como de la parte inferior.
De esta petición de ACSA podemos extraer varias enseñanzas para nuestra vida:
1. La importancia de conocer nuestras verdaderas necesidades en oración.
Ella llegó con una petición bien delimitada, la cual había considerado de antemano, inclusive con su esposo. Ella no solo llegó a pedir tierras, sino agua. Fue sabia al saber pedir algo imprescindible como lo es el agua. Esto nos enseña que debemos aprender a pedir como conviene, dice Santiago 4:3: “Pedís y no recibís porque pedís mal, para satisfacer vuestros propios deseos.” Esto no quiere decir que debemos esperar para ir a Dios en oración hasta que tengamos todo bien definido, pero bien podemos venir a Dios y decirle: “Padre, enséñame a pedir como conviene”. Dios desea que aprender a pedir conforme a su voluntad sea parte de nuestro crecimiento espiritual.
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”
Juan 5:14-15 (RVR1960)
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2. Aprendamos a Ser intercesoras
Acsa pidió delante del padre bendición para toda su familia, ella era una intercesora, hizo oración sin egoísmo. No era una petición solo para su bien, sino que era en función de la petición de su esposo, de lo que sería para su familia, de lo que serían las siguientes generaciones, también ella conocía a su padre, por ello, confiada y respetuosamente, se baja del asno y se detiene y pide la bendición a su padre. Así nosotros somos llamadas a conocer a nuestro padre celestial y apreciar el privilegio que tenemos de poder venir delante de él a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz.
Que bendición saber que podemos acercarnos así confiadamente delante del trono de nuestro Dios y saber que a él le gusta escucharnos y respondernos.
3. Imitemos la humildad, la fe y expectativa de Acsa
Ella va con humildad, pero sigue adelante, con fe y con expectativa . La humildad no es inversamente proporcional a la fe y a la expectativa sino que vamos con humildad sabiendo que no depende de nosotras pero que tenemos a su vez fe en el que todo lo puede. Dice la palabra de Dios en Mateo 7:7, “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.
Dios es el dueño de todo, y cada puerta que tengamos que tocar, cada vez que tengamos que llamar, en su nombre, sólo en su nombre, lo debemos hacer.
Su padre le preguntó acerca de lo que ella quería, Dios nos pregunta lo mismo: y nosotras debemos saber lo que queremos. No podemos estar delante del padre con una actitud tal como: “Hay es que no sé, hay tal vez”; no, tu padre te está preguntando, ¿qué quieres que te dé hija mía, qué quieres que haga? Él nos pregunta lo mismo, nosotras, por tanto, debemos tener claridad para responder cuando Dios nos pregunte.
4. La importancia de la gratitud:
Ella viene con agradecimiento, “ puesto que me has dado el Negev” ella le recuerda a su padre lo que le había dado. Cuando lleguemos delante de nuestro padre debemos reconocer y agradecer por lo que nos ha dado, pero también ábrele tu corazón y dile todo lo que necesitas. Ella le dijo, Dame fuentes de agua. El no le reprocho sino que le dio porción doble, le dio las de abajo y las de arriba, no la critico, en la menor medida, sino que le dio sin reproche .
5. Lo que representa el Asno del que Acsa se bajó
Me encanta la forma hermosa en la que nuestra hermana Yudiesly Moreno, presidenta de femeniles de la convención bautista de Cuba occidental nos hace ver esta analogía:
Acsa iba en una dirección, en un propósito y tuvo que cambiar su ruta, se bajó del Asno. ¿Qué significa ese asno para ti? Es necesario reflexionar en ello y examinar nuestro corazón delante del Señor.
Muchas veces tenemos que bajarnos del Asno del orgullo, muchas veces tenemos que bajarnos del Asno del autoritarismo. Del Asno de la autosuficiencia. Es necesario preguntarnos, tal vez ese Asno es vivir una vida sin propósito, poner nuestra carga en otros, vivir dando más importancia al ámbito material que al espiritual, tal vez ser guiadas y dirigidas por el mundo, vidas de terquedad, de necedad. Confiar más en el hombre que en Dios. Vida emocional desequilibrada, vivir de estado de ánimo cambiante, y no realmente viviendo en la plenitud del espíritu. Te pido que analices querida hermana, de que Neguev tienes que salir y mirar más adelante, y pedir a tu señor dame fuentes de agua, yo quiero más, dame fuentes de agua , de arriba, de abajo, solo tú puedes hacerlo. Bájate de ese Asno y pídele al señor que te dé fuente de agua, de agua que te limpie, de agua que te purifique, y que te permita seguir adelante con la obra que él ha puesto en tus manos. Bájate de ese Asno y pide fuentes de agua, al único que es fuente de vida eterna.
Tomado de un artículo escrito por: Yudiesly Moreno, presidenta de femeniles de la convención bautista de Cuba occidental