Oración de una Mujer Quebrantada

En la sociedad, a menudo se nos dice que debemos ser fuertes y autosuficientes, que mostrar debilidad es un signo de fallo. Entonces pasamos de ser mujeres de carne y hueso a ser un pedazo de cartón que se cree acero. Es desgastante ser siempre fuertes, empoderadas, regias. Pensamos que Dios quiere que siempre tengamos esa clase de fortaleza, y es cierto, Dios nos dice que nos esforcemos y seamos valientes, pero no a costa de perder la sinceridad. No podemos ser fortalecidas sin antes ser debilitadas, para que nuestro errante corazón sepa cuál es la fuente de nuestra fuerza. El mundo puede susurrar a tu oído, “Saca la guerrera que llevas dentro” Pero, ¿no nos enseña la Biblia algo diferente? En 2 Corintios 12:9, el Señor le dice a Pablo: “Mi gracia te basta, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Así, ¿no deberíamos, como mujeres de fe, abrazar nuestros momentos de quebranto como oportunidades para que la fuerza de Dios se manifieste en nosotros?

Salmos 34:18 “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu”. 

Cada quebranto y cada lágrima es una oportunidad para recordar la obra redentora de Cristo. Él, quien fue “varón de dolores” y experimentó el sufrimiento en su máxima expresión, entiende nuestro dolor (Isaías 53:3). En Él, encontramos no solo consuelo, sino también la victoria sobre nuestras circunstancias. Filipenses 4:13 nos afirma: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Mi oración en medio del quebranto:


Padre celestial, me presento ante Ti en este momento de quebranto y vulnerabilidad, con el corazón abierto y el espíritu contrito. Reconozco que, en mi debilidad humana, a menudo me siento perdida, herida y confundida. En este momento de dolor, busco Tu rostro y Tu consuelo, sabiendo que Tú eres el Dios que sana a los corazones rotos y viste las heridas con amor y misericordia.

Señor, Tú conoces cada lágrima que he derramado y cada suspiro que ha escapado de mis labios. En medio de mi sufrimiento, clamo a Ti, confiando en que Tu gracia es suficiente para mí, incluso en mi más profunda debilidad. Te pido, Padre amoroso, que me envuelvas en Tu paz que sobrepasa todo entendimiento y que me guíes a través de esta temporada de dolor hacia un lugar de restauración y fortaleza. Revela a mi corazon si he pecado contra ti, ayudame a ver la razon correcta de mi quebranto. habla a mi cor

Dios de consuelo, ayúdame a recordar que no estoy sola en esta lucha. Que, así como Jesucristo soportó el sufrimiento y el dolor por amor a nosotros, también está conmigo en cada paso de este difícil camino. Enséñame a depender completamente de Ti, a buscar refugio en Tu presencia y a encontrar esperanza en Tu palabra fiel.

Te ruego que renueves mi espíritu y fortalezcas mi fe. Que, incluso en medio de las pruebas, pueda ver Tu mano amorosa obrando en mi vida. Ayúdame a entender que cada momento de dolor es también una oportunidad para crecer en gracia, paciencia y comprensión de Tu amor incondicional.

Padre, te entrego mis cargas, mis miedos y mis dudas. Lléname de Tu sabiduría y guíame con Tu luz. Que, a través de este tiempo de quebranto, mi corazón se acerque más a Ti y encuentre en Tu amor una fuente de fortaleza y consuelo.

En el nombre de Jesús, amén.



Te invito, querida hermana, a llevar tu corazón quebrantado ante el Señor en oración, confiando en que Él te sostendrá