Esperanza y Proposito en la Dificultad

Descubriendo el Propósito en el Sufrimiento

Después de luchar intensamente durante medio año en 2019, recibí la anhelada noticia de estar sana de cáncer en enero de 2020. Durante ese tiempo de aflicción, Dios utilizó mi sufrimiento para hacerme más sensible a Su palabra y trabajar en áreas en las que necesitaba rendirme, como mi orgullo, paciencia y dependencia de Él.

Cerca de Dios en Medio de la Aflicción: Encontrando Alegría en Su Presencia

Durante las largas noches de dolor físico, malestar y agotamiento emocional, el Señor me llamaba a estar más cerca de Él. Oraba con mayor intensidad y al meditar en la Biblia, podía comprender que todo se trataba de Él y de Su voluntad. No puedo entender cómo, pero a medida que perseveraba en la oración y me aferraba a Sus promesas de salvación y vida eterna, todo el miedo se iba. Verdaderamente podía reírme del futuro.

La Promesa de Su liberación en la Angustia: Invócame en el Día de la Angustia

Cada hora que pasaba en esa terrible situación se convertía en un testimonio de la gracia sustentadora de Dios. Recuerdo cada palabra que alentó mi corazón, y hoy quiero compartir una que cobró especial sentido en mi vida, especialmente después de haber sido completamente sanada: “Invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás” (Salmos 50:15).

Este versículo dio un sabor especial a los días siguientes y hasta el día de hoy. No solo estoy alegre por esa promesa cumplida, sino que también me llena de alegría saber que tengo la oportunidad de honrar, adorar y servir a mi amado, compartiendo con cada persona que se cruza en mi camino, que solo en Jesucristo hay savación

La Esperanza Eterna: Firmeza en la Promesa de un Futuro con Dios

Aunque las dificultades puedan aumentar, podemos tener esperanza eterna en Jesús, porque desde nuestra perspectiva, lo peor que nos puede pasar es la muerte, pero eso es lo mejor que le puede suceder a un hijo de Dios. Sabemos a dónde vamos: un lugar donde estaremos cerca de Dios para siempre. Por eso podemos mantenernos firmes en la esperanza que profesamos, porque sabemos que el que hizo la promesa es fiel (Hebreos 10:23).

La Esperanza que Sostiene: Palabras de Fortaleza y Esperanza

Hoy puedo decir, al igual que Miqueas: “Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor; yo espero en el Dios de mi salvación. Mi Dios me escuchará” (Miqueas 7:7)

Isaías 25:9: “¡Este es nuestro Dios! ¡Nosotros hemos esperado en Él, y nos salvará! ¡Nos alegraremos y nos regocijaremos en Su salvación!”

Salmos 31:24: “Anímense y cobren ánimo todos ustedes, los que esperan en el Señor.”

Jeremías 29:11: “Porque yo sé los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”

La Razón Especial para Vivir: Vivir para Su Gloria

Es una esperanza que trasciende lo terrenal y no está condicionada por lo bien o mal que nos vaya en la vida, sino por la fe en lo que Él ya hizo. El Hijo de Dios murió por mis pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día, venciendo la muerte para siempre. Sé que al creer en Su sacrificio, un día lo veré cara a cara. Jesús tomó mi lugar y pagó el precio justo por mis pecados.

Dios tuvo una razón especial para regalarme más tiempo de vida, y me mostró que la razón especial para vivirlo es “vivir para Su gloria”. ¿Para qué es mi tiempo si no es para adorar y servir al Señor?

Descubre Tu Propósito: Llamados para Mostrar Su Poder y Gracia

Tú, amada que lees esto, ¿has encontrado la razón especial por la cual el Señor te ha regalado tiempo? Así dice el Señor: “Pero yo te he levantado para este mismo propósito, para mostrar mi poder y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra” (Éxodo 9:16). “Nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según su propio propósito y gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos” (2 Timoteo 1:9).

Quizás no te sientas preparada, pero una vez que dispongas tu corazón y entregues tu tiempo para que Él lo use, Dios se encargará de prepararte paso a paso. ¿Lo crees? Jesús le dijo a Marta: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40).

Conclusión: Descubre la Esperanza y el Propósito en Tu Lucha

En medio de la lucha, descubrí que Dios estaba conmigo, sosteniéndome y guiándome en Su amor y fidelidad. Mi sufrimiento no fue en vano, ya que Él lo utilizó para moldearme y enseñarme valiosas lecciones. Ahora, mi propósito es vivir cada día para Su gloria, compartiendo Su amor y anunciando Su poder y gracia.

También te animo a que descubras el propósito especial que Dios tiene para ti. Permítele usar tu vida y tu tiempo para mostrar Su poder y gracia en todo lo que hagas. ¡No te desanimes! Cree en Su promesa y verás Su gloria manifestarse en tu vida.

Recuerda estas palabras de esperanza: “Este es nuestro Dios. ¡Esperemos en Él y confiemos!”